Resumiendo su libro Levine expresa: "La diferencia con la CIA es que la DEA se dedica a tumbar traficantes; la CIA en cambio, es una organización de espías, que trabaja inteligencia y, por ello puede justificar cualquier cosa, derrocar gobiernos, matar, sobornar o traficar con droga. Mi experiencia me indicó que, a cierto nivel, la diferencia desaparece: cuando los traficantes ocupan cargos o tienen poder político, la inteligencia justifica la droga.